Tipos de alcoholes



Vuelvo a mi mueble bar y de nuevo me fijo en la variedad de bebidas alcohólicas que tengo: ron, ginebra, cognac y brandy, tequila, armagnac, vodka, orujo… Resulta inevitable hacerse preguntas: ¿por qué tantas bebidas alcohólicas diferentes? Y, ¿de dónde proceden sus diferencias?
Resulta lógico pensar que sus diferentes aromas se originan en distintos procesos de elaboración. Más aun, las diferencias fundamentales deberían provenir de las materias primas de partida para su fermentación y destilación.
Sabemos todos, por ejemplo, que cognac y brandy se obtienen de la destilación del vino, y éste a su vez de la fermentación de la uva. ¿Y el resto de las bebidas? Cada una la obtendremos partiendo de una materia prima distinta.
Por ejemplo, de las manzanas: si fermentamos manzanas obtenemos sidra, si después la destilamos para separar su alcohol obtenemos la bebida que denominamos calvados.
La caña de azúcar: si fermentamos caña de azúcar, o las melazas dulces de las que ya no podemos extraer más azúcar, obtenemos un "vino" fermentado. A los alcoholes separados de él por destilación los denominamos ron.
El mismo proceso podemos aplicar a las melazas de remolacha azucarera de las que ya no podemos extraer más azúcar, si las fermentamos y destilamos obtendremos un alcohol que, en este caso, no tiene nombre y que es un alcohol neutro muy puro que usamos por ejemplo como alcohol de farmacia.

También podemos fermentar cereales aunque en este caso antes de fermentar tenemos que deshacer el almidón (azúcares de cadena muy larga que ni saben dulces ni pueden digerirlos las levaduras para formar alcohol) en los azúcares que los componen. Para ello se hierven en un medio ácido, de esta forma separamos el almidón en los azúcares que sí pueden digerir las levaduras para fermentarlos y producir alcohol. Si destilamos el líquido obtenido separaremos un alcohol que denominamos vodka.
En el caso de la cebada el método de separación de los azúcares del almidón es el de malteado: se dejan germinar las semillas para que se liberen las encimas naturales que de forma natural se ocupan de romper las cadenas de almidón en azúcares. Entonces se secan las semillas con calor generado por combustión de turba y después se fermentan mezcladas con agua. Su destilación nos aporta un aguardiente que envejecemos en barricas y denominamos whisky. Si para fermentarlo añadimos lúpulo el “vino” que se obtiene se consume sin destilar y es lo que denominamos cerveza.
También podemos fermentar otros productos. Por ejemplo en la elaboración de vinos blancos se prensan las uvas para fermentar sólo el mosto. Las pieles de las uvas contienen restos de azúcar que se pueden fermentar para después destilarlos y obtener orujo.
Y podríamos seguir fermentando y destilando otros productos que por eso podemos listar emparejados: arroz y shake, agave y tequila, maíz y bourbon, miel e hidromiel...
Con todo esto parece que vamos complicando las cosas en lugar de acercarnos a una respuesta a nuestra pregunta inicial. ¿Cual de ellos es el alcohol del pacharán, o cuál es el alcohol que lleva el anís con el que lo elaboramos? Confío que en la próxima entrada avancemos un poco más para resolverlo.
Lee la serie completa de El alcohol del pacharán:
        Fermentación
        Destilación
        Tipos de alcohol
        Cata de alcoholes
        El alcohol del pacharán